El Principito, Betania 2007.-
Al igual que todos los años, nuestro Grupo de Aspirantes, compuesto por 
da presupuestada para este año, la cual estuvo motivada en la travesía vivida por El Principito, donde toda la fantasía y en cierto modo realidad de este Libro, nos mostró a través del lenguaje de los sentimientos, la nostalgia de los valores perdidos o extraviados al contacto con el mundo de los adultos, con sus convenciones y formalidades, tan alejado del lenguaje del corazón y del contacto con el alma o con la "verdadera" forma de ser de las cosas. Al mismo tiempo nos recuerda que en el fondo de cada adulto hay intacto, a menudo olvidado y muchas veces menospreciado, por la presunción y la prepotencia, un niño, el niño que fuimos un día, que es conocedor con su inocencia de
Esta verdad, es la visión de las cosas cuando se ven con los ojos de la niñez. De esta manera queda bastante clara, la intención que quisimos dar a conocer a nuestros aspirantes, así que podemos decir que previene a los niños (Jupachinos o no) y nos ofrece un recordatorio a los adultos, de que hay cosas que no nos conviene olvidar. Una lección al hombre moderno, que desea "tener" y que siempre tiene prisa, que vive deprisa, y no se preocupa de sus verdaderas necesidades. Siendo 
Al igual que las preguntas que brotan de la mente del principito que eran verdaderas en el sentido de que nacen de una necesidad de conocimiento y son hechas por una poderosa aunque sencilla razón de ser, el afán de esclarecer o de aclarar, condición necesaria para alcanzar una justa y profunda visión de las cosas. Nuestros jupachinos fueron dando respuestas a sus interrogantes, donde el ¿Qué buscamos?, ¿Quiénes son nuestras personas especiales?, ¿Cuál es el sentido de mi aporte?, ¿Qué poseo… qué hago con mis cosas? Y ¿Para qué soy útil? … Nos pudieron dan mayor claridad al sentido de nuestras vidas.
Agradeciendo el entusiasmo y participación generalizada de nuestros aspirantes… donde Los Jupachinos de
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